El director y propietario de La Huella, Martín Pittaluga, resumió en FM GENTE lo que ha sido el fin y comienzo del año con el aumento de contagios por la variante Omicrom. "Empezamos muy mal y ha sido un desastre", explicó. Dijo que La Huella no ha tenido que cerrar, pero sí reducir los cubiertos por el personal que resultó contagiado. "En esta época del año, hacemos más de 1.000 cubiertos y en esta situación no pudimos superar nunca los 500 o 600", explicó. De cualquier forma no quiso ser pesimista y pensar que "así como cambió para peor", también las cosas "pueden mejorar".
Pittaluga dijo que desde octubre venían trabajando "mejor aún que en el 2019" y que se superó la facturación, por eso también había mucha expectativa incluso en toda la zona.
Relató que La Huella tuvo una denuncia anónima y también explicó que tuvieron algún altercado con médicos de la policlínica de José Ignacio que no querían atender a jóvenes empleados del establecimiento con cuadros severos respiratorios. Si bien al final la paciente tuvo atención finalmente, fue luego de mucha discusión. En esa línea, agregó que el restaurante tuvo una inspección tras la denuncia porque supuestamente había personal trabajando en situación de contagio. Sin embargo se habían cumplido con todos los protocolos y hasta mañana incluso se están reintegrando personal luego de cumplir con todos los protocolos.
"Nosotros tratamos de trabajar con personal local y acá no hubo sensibilidad; hubo bloqueo y no se quería atender a una joven porque tenía cobertura privada". También reconoció que como empresa no obligan a su personal a estar vacunado y de hechos tienen varios integrantes del staff que optaron por no inocularse.
"Acá es el año que se juega aca, es el trabajo de todo el año", dijo Pittaluga en referencia a que estos días de la temporada sirven asimismo para que las empresas puedan enfrentar las pérdidas que luego tienen durante el invierno.
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