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En la reunión de este martes a la noche se votó decretar secretas las actuaciones de la comisión investigadora que pidió el expresidente de la junta, José Luis Sánchez, ante denuncias periodísticas que lo involucran a él y a otros extitulares del cuerpo.

El Frente Amplio se opuso a esa postura del oficialismo, aduciendo que se trata de esconder lo que puede surgir de las actuaciones en lugar de darle transparencia y que se conozca lo que realmente pasó en este caso.

El coordinador de bancada del Partido Nacional, Adolfo Varela defendió la postura y recordó que también en gobiernos departamentales y presidencias del FA se generaron situaciones similares, donde hubo comisiones que se decretaron secretas.

Por otro lado, el coordinador de Bancada del FA, Sergio Ducloson anunció en el transcurso de la sesión que se le quitaba "la confianza política" a la presidenta el órgano deliberativo departamental, Verónica Robaina, ya que el Frente Amplio entiende que no aportó la información necesaria a sus ediles sobre el caso. Robaina respondió escuetamente que actuó apegada al reglamento, que se han seguido los trámites que corresponde y que el tiempo le dará la razón.

Los ediles blancos salieron en bloque a defender a la presidenta al igual que la única edila colorada Susana de Armas.

En ese sentido el PN difundió una nota de respaldo, donde establece que ante "el continuo hostigamiento en sala y las declaraciones en prensa que afectan el honor" de la misma por parte del FA y a la decisión de su bancada de retirar la confianza política, resuelve "apoyar enérgicamente el accionar de la Presidenta de la Junta Departamental, Verónica Robaina, en el ejercicio de sus facultades legales y reglamentarias que rigen el funcionamiento de la corporación".

Reafirma "el compromiso de un debate político basado en el respeto, la tolerancia y responsabilidad que la ciudadanía espera de sus representantes".

Asimismo la declaración nacionalista hace "un llamado a todos los integrantes de este cuerpo a honrar la solemnidad de este recinto, evitando que las diferencias ideológicas deriven en confrontaciones estériles que desvirtúan el verdadero sentido del diálogo político".

Finalmente destaca que "el respeto a la institucionalidad no es una concesión sino un deber ineludible, y que la fortaleza de nuestra democracia se sustenta en la convivencia pacifica y en el reconocimiento del otro como parte de un mismo proyecto de país". concluye.