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Las detonaciones comenzaron el martes a las 15.30 (hora local) en diferentes partes de Líbano y Siria, cuando miles de beepers, utilizados por miembros de Hezbollah para evitar ser rastreados, explotaron de manera simultánea. Aunque no se sabe exactamente cómo Israel logró acceder a los dispositivos, según fuentes de seguridad libanesas, el Mossad habría insertado placas con explosivos dentro de los dispositivos, que habrían sido activados remotamente mediante un mensaje codificado.

Las detonaciones fueron lo suficientemente potentes como para causar masivos daños y heridos y Hezbollah prometió una venganza “única y sangrienta” tras lo que se vio como una de las operaciones más sofisticadas de la guerra en la sombra entre el grupo terrorista e Israel.

Esto es lo que sabemos hasta ahora.

¿Quién está detrás de los ataques?

Las autoridades israelíes se mantuvieron en silencio, y ni el ejército ni la oficina del primer ministro han emitido declaraciones al respecto. Sin embargo, múltiples fuentes de seguridad han señalado al Mossad, la agencia de espionaje israelí, como la principal responsable de la operación.

Específicamente informaron que la Unidad 8200, una división de inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), estuvo involucrada en la etapa de planificación técnica, desarrollando formas de insertar los explosivos durante el proceso de fabricación de los dispositivos.

¿Cómo logró Israel modificar los beepers?

Los expertos explican que el éxito de la operación dependía de la combinación de insertar explosivos en el beeper y retocar su firmware -el software preinstalado en fábrica- para poder generar la explosión. Esto no puede hacerse sin acceso físico a los aparatos.

Por eso, se sospecha que estos beepers, fabricados por la empresa Gold Apollo de Taiwán y distribuidos por la compañía húngara BAC, fueron interceptados en algún punto de la cadena de suministro. La clave está en descubrir cómo tuvieron este acceso para poder modificarlos.

Existen teorías sobre cómo pudo haber ocurrido esto: una opción es que Israel haya sustituido los dispositivos por otros modificados durante el tránsito o que haya accedido directamente a la mercancía en algún puerto o barco.

Se descarta que la explosión haya sido causada por una batería defectuosa o recalentada. La hipótesis más probable es que se instalaron explosivos junto con un firmware modificado, lo que permitió la activación remota de las detonaciones mediante un mensaje codificado.

Una alta fuente de seguridad libanesa dijo a Reuters que agentes israelíes colocaron los explosivos en el interior de los dispositivos cinco meses antes de las detonaciones del martes. Un funcionario estadounidense dijo a The New York Times hizo afirmaciones similares, añadiendo que los dispositivos habían sido manipulados antes de llegar al Líbano. Al parecer, había material explosivo oculto en cada localizador junto a la batería, junto con un interruptor que podía detonar el dispositivo a distancia.



¿De dónde salieron los beepers?

Los beepers involucrados en las explosiones fueron parte de un lote de 5000 localizadores encargados por Hezbollah. Estos dispositivos fueron comercializados por Gold Apollo, una empresa con sede en Taiwán, y fabricados por BAC Consulting, una compañía con sede en Budapest, Hungría.

Según fuentes de inteligencia libanesas y reportes de Reuters, fueron importados a Líbano en la primavera de 2024. Gold Apollo, aunque autorizó el uso de su marca en los dispositivos modelo AR-924, dice que no fabricó directamente los beepers que explotaron.

El Ministerio de Asuntos Económicos de Taiwán señaló que la empresa no tenía registros de exportaciones directas a Líbano, lo que sugiere que los dispositivos pudieron haber sido adquiridos a través de intermediarios. BAC Consulting, por su parte, aseguró que su rol en la transacción fue únicamente el de intermediario, negando cualquier participación en la fabricación o modificación de los beepers.

¿Por qué Hezbollah usa beepers y no teléfonos celulares?
Hezbollah utiliza beepers y handies para evitar la vigilancia tecnológica y el rastreo por parte de los servicios de inteligencia israelíes. Los teléfonos móviles son más vulnerables a la interceptación de comunicaciones y el rastreo de ubicaciones.

El beeper es un pequeño dispositivo inalámbrico que puede recibir, y en algunos casos enviar, mensajes, pero no hacer llamadas. Popular en las décadas de 1980 y 1990, su uso disminuyó rápidamente a principios de la década de 2000 con el auge de los teléfonos móviles.

El líder de Hezbollah, Hasan Nasrallah, ya había advertido en varias ocasiones a sus seguidores que los celulares pueden actuar como “agentes” al servicio de Israel, debido a su capacidad para rastrear con precisión. En cambio, los beepers y handies, aunque menos funcionales, ofrecen un nivel de anonimato mayor en comparación con los celulares.

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¿Quién está detrás de los ataques?
Las autoridades israelíes se mantuvieron en silencio, y ni el ejército ni la oficina del primer ministro han emitido declaraciones al respecto. Sin embargo, múltiples fuentes de seguridad han señalado al Mossad, la agencia de espionaje israelí, como la principal responsable de la operación.

Específicamente informaron que la Unidad 8200, una división de inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), estuvo involucrada en la etapa de planificación técnica, desarrollando formas de insertar los explosivos durante el proceso de fabricación de los dispositivos.

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¿Cómo logró Israel modificar los beepers?
Los expertos explican que el éxito de la operación dependía de la combinación de insertar explosivos en el beeper y retocar su firmware -el software preinstalado en fábrica- para poder generar la explosión. Esto no puede hacerse sin acceso físico a los aparatos.

Por eso, se sospecha que estos beepers, fabricados por la empresa Gold Apollo de Taiwán y distribuidos por la compañía húngara BAC, fueron interceptados en algún punto de la cadena de suministro. La clave está en descubrir cómo tuvieron este acceso para poder modificarlos.

Existen teorías sobre cómo pudo haber ocurrido esto: una opción es que Israel haya sustituido los dispositivos por otros modificados durante el tránsito o que haya accedido directamente a la mercancía en algún puerto o barco.

Se descarta que la explosión haya sido causada por una batería defectuosa o recalentada. La hipótesis más probable es que se instalaron explosivos junto con un firmware modificado, lo que permitió la activación remota de las detonaciones mediante un mensaje codificado.

Una alta fuente de seguridad libanesa dijo a Reuters que agentes israelíes colocaron los explosivos en el interior de los dispositivos cinco meses antes de las detonaciones del martes. Un funcionario estadounidense dijo a The New York Times hizo afirmaciones similares, añadiendo que los dispositivos habían sido manipulados antes de llegar al Líbano. Al parecer, había material explosivo oculto en cada localizador junto a la batería, junto con un interruptor que podía detonar el dispositivo a distancia.

foto AML
Una foto tomada el 18 de septiembre de 2024 en los suburbios del sur de Beirut muestra los restos de los buscapersonas que explotaron expuestos en un lugar no revelado
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¿De dónde salieron los beepers?
Los beepers involucrados en las explosiones fueron parte de un lote de 5000 localizadores encargados por Hezbollah. Estos dispositivos fueron comercializados por Gold Apollo, una empresa con sede en Taiwán, y fabricados por BAC Consulting, una compañía con sede en Budapest, Hungría.

Según fuentes de inteligencia libanesas y reportes de Reuters, fueron importados a Líbano en la primavera de 2024. Gold Apollo, aunque autorizó el uso de su marca en los dispositivos modelo AR-924, dice que no fabricó directamente los beepers que explotaron.

El Ministerio de Asuntos Económicos de Taiwán señaló que la empresa no tenía registros de exportaciones directas a Líbano, lo que sugiere que los dispositivos pudieron haber sido adquiridos a través de intermediarios. BAC Consulting, por su parte, aseguró que su rol en la transacción fue únicamente el de intermediario, negando cualquier participación en la fabricación o modificación de los beepers.

foto AML
Diferentes nombres de empresas, entre ellos el de BAC Consulting KFT, se muestran a la entrada del edificio que las alberga, el 18 de septiembre de 2024 en Budapest, Hungría
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¿Por qué Hezbollah usa beepers y no teléfonos celulares?
Hezbollah utiliza beepers y handies para evitar la vigilancia tecnológica y el rastreo por parte de los servicios de inteligencia israelíes. Los teléfonos móviles son más vulnerables a la interceptación de comunicaciones y el rastreo de ubicaciones.

El beeper es un pequeño dispositivo inalámbrico que puede recibir, y en algunos casos enviar, mensajes, pero no hacer llamadas. Popular en las décadas de 1980 y 1990, su uso disminuyó rápidamente a principios de la década de 2000 con el auge de los teléfonos móviles.

El líder de Hezbollah, Hasan Nasrallah, ya había advertido en varias ocasiones a sus seguidores que los celulares pueden actuar como “agentes” al servicio de Israel, debido a su capacidad para rastrear con precisión. En cambio, los beepers y handies, aunque menos funcionales, ofrecen un nivel de anonimato mayor en comparación con los celulares.



¿Qué sabemos de los handies y otros dispositivos electrónicos involucrados?

El ataque no solo involucró beepers, sino que también hubo explosiones en handies, paneles solares, y otros aparatos electrónicos utilizados por Hezbollah para comunicarse, lo que sugiere que el nivel de infiltración en los equipos de comunicación del grupo es significativo.

Los handies, utilizados por Hezbollah para sus comunicaciones internas, fueron modificados de manera similar a los beepers. Las imágenes de los handies que explotaron examinadas por Reuters mostraban un panel interior con la etiqueta “ICOM” y “made in Japan”.

Según su sitio web, ICOM es una empresa de radiocomunicaciones y telefonía con sede en Japón.

Sin embargo, la compañía dijo que se ha interrumpido la producción de varios modelos de la radio portátil ICOM, incluido el IC-V82, que parecía coincidir estrechamente con los de las imágenes de Líbano el miércoles y que se eliminó gradualmente en 2014.

¿Por qué se detonaron los beepers en este momento?

La decisión de activar los explosivos en este momento sigue siendo un tema de debate. Algunas fuentes sugieren que Israel estaba esperando un momento más oportuno para detonar los dispositivos, posiblemente justo antes de un ataque militar mayor contra Hezbollah.

Sin embargo, la acumulación de miles de beepers modificados representaba un riesgo potencial de ser descubiertos antes de que pudieran ser utilizados, lo que pudo haber acelerado la operación.

¿Israel llevó a cabo ataques similares?
Israel ha llevado a cabo ataques similares en el pasado, aunque la escala y la sofisticación del reciente ataque con beepers lo hacen especialmente notable. A lo largo de las últimas décadas, el Mossad y la Unidad 8200 han estado involucrados en varias operaciones de sabotaje, ciberataques y asesinatos dirigidos.

Entre los más conocidos están el uso de explosivos en teléfonos móviles para asesinar a altos cargos de organizaciones como Hamas, así como el ataque con el virus Stuxnet en 2010, que saboteó las centrifugadoras nucleares de Irán.

Además, Israel ha utilizado tecnología avanzada para llevar a cabo asesinatos remotos, como el asesinato del científico nuclear iraní Mohsen Fakhrizadeh en 2020, mediante un arma controlada por satélite.

¿Por qué es tan importante y qué implicaciones tiene?
Este ataque es impactante porque representa uno de los golpes más importantes para Hezbollah en años, tanto en términos de bajas como de vulneración de su seguridad. La operación demostró que ni siquiera los métodos de comunicación más rudimentarios del grupo, como los beepers, están a salvo de la sofisticación tecnológica de Israel.

“Si Israel es realmente responsable, el ataque de los buscas ha sido sin duda uno de los movimientos más originales, sorprendentes y dolorosos de esta guerra en la sombra. Este es el tipo de operación que está reservada para su uso solo en casos de emergencia”, dijo a El País Ronen Bergman, analista del diario israelí Yediot Aharonot.





(Copyright La Nación)