La droga es el detonante de las conductas adolescentes de riesgo
Interés General 15:30

La droga es el detonante de las conductas adolescentes de riesgo

El consumo de drogas sólo termina de convertir en verdaderas bombas las conductas de riesgo que desarrollan todos los jóvenes uruguayos, lo que se está enfrentando con carencias de personal y especialistas en el país y en Maldonado, dijo la directora del Departamento Psiquiátrico del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay, INAU, Mónica Silva, en entrevista con FM Gente.

En el día nacional del suicidio en Uruguay, Silva explicó que “una cosa es hablar del suicidio en general, pero otra es hablar de qué cosas pueden hacer que un sujeto no quiera vivir, y a eso nos tenemos que dedicar, capaz que no tanto a hablar del suicidio como suicidio, de las cifras en suicidios, los métodos, todo el blablá; eso no es el tema”, introdujo Silva.

“El tema es qué cosas hacen que un ser humano, un adolescente pueda querer matarse, pueda querer no seguir viviendo, y desde ahí es que podamos intervenir entendiendo qué cosas lo pueden llevar a eso;eso sí, tenemos que trabajarlo, trabajarlo muchísimo, con los jóvenes, con los padres, con los adultos; trabajarlo con todos”, agregó.

LA CONDUCTA DE RIESGO COMO SUBSTRATO

Silva explicó que los talleres que se abrieron este miércoles 17 de julio en Maldonado se desarrollan para que “los adultos podamos tener herramientas para manejarlos sin nosotros descompensarnos como adultos” la problemática que enfrentan los jóvenes en Uruguay, sin diferencia de si son infractores o no.

“Hay dos o tres conductas de riesgo que preocupan mucho: el tema vinculado a los intentos de suicidio, y más que los intentos de suicidio, a las conductas de riesgo que pueden implicar peligro de vida, esto es la velocidad, las corridas de motos”, detalló.

Añadió que “el otro punto es el vinculado al consumo y, relacionado al consumo, los episodios de excitación y los episodios de violencia:son los dos puntos más graves que tenemos en este momento en nuestro sistema social”.

La funcionaria, desde la descripción que hizo del escenario que viven todos los jóvenes de Uruguay hoy día, evaluó que entre la conducta del joven infractor y el que no llega a ello, las diferencias son “muy pocas, aunque parezca que no”, y sonríe al afirmarlo sabiendo estaba sorprendiendo con su respuesta.

“Los adolescentes infractores son adolescentes igual que nuestros hijos, tienen en general un bajo control de impulsos como muchísimos de los chiquilines que circulan en la vida cotidiana sin necesidad de llegar a la infracción”, aproximó.

UNA BOMBA; Y REPRIMIR LO QUE HAYA QUE REPRIMIR

Silva agregó que “en sus historias de vida pasa que la exclusión social, la exclusión del sistema escolar, las carencias nutricionales, la falta de referentes familiares, van generando un irse hacia determinado tipo de modalidades y de estilos de vida”.

“Si a eso le sumamos el consumo de pasta (base, la droga), y la falta de respuesta de las redes sociales de protección, generamos realmente una bomba que explota en la infracción”, aseguró.

Advirtió que “a la sociedad en general este tipo de explicaciones le genera algo de decir: bueno entonces no los vamos a reprimir;no, no, hay que reprimir lo que haya que reprimir, pero también hay que poder tratar y sobre todo entender qué los llevó a ser así para que podamos cortar en el círculo social esto de que siga generándose una cantidad de situaciones que terminan en el delito juvenil”.

LA AYUDA FARMACOLÓGICA Y EL PERSONAL PREPARADO

La directora explicó de forma detallada y simple la forma cómo debe ser atendido el joven infractor que llega además con cuadros de adicción. Un proceso escabroso, doloroso, que debe ser conducido por verdaderos especialistas que sepan manejar realmente la medicación alternativa y contenedora de los síndromes de abstinencia.

La cuestión se tornó mucho más complicada cuando se le preguntó si el país cuenta con especialistas, técnicos o profesionales titulados que puedan ocuparse de ese tramo del problema. “Tenemos una realidad país que no tiene que ver con INAU y no tiene que ver con infracción”, preparó.

“Los psiquiatras de niños y adolescentes son muy pocos en todo el país, por lo tanto son un recurso escaso; y las leyes de mercado hacen que tal vez se instalen en determinados ámbitos de trabajo y no se elijan otros;es un problema que tenemos a nivel país, tenemos muy pocos especialistas en niños y adolescentes en salud mental, eso es real, no sólo es Maldonado, es el país”, afirmó.

Alivió su respuesta al señalar que “estos talleres apuntan a esto, apuntan a generar herramientas, transmitir herramientas a quienes están en el cotidiano”.

“Porque por más que hubiera especialistas y hubiera tres psiquiatras infantiles instalados en Maldonado y hubiera consultas todos los días, eso no quita que quien está en el cotidiano, el educador, el maestro, el padre (dicho con marcado énfasis), tenga que tener formación específica en algunas herramientas de salud mental porque es quién va a estar todo el tiempo, todos los días, todo el día”, indicó.

Completó al subrayar que “ese educador tiene que estar formado;a eso apuntan los talleres, a eso apuntamos en este momento; hay diferentes modos de atender, o diferentes niveles de atención y asistencia;este nivel de transmitir herramientas a quienes están en el cotidiano, cuidar al cuidador, y educar al cuidador, es una forma de atender, una forma de asistencia en salud mental también”.




Foto: El País

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