El juez Gerardo Fogliacco dispuso el procesamiento del joven de iniciales A.D.N.P., de 19 años, imputándole 22 delitos de rapiña especialmente agravadas con otro de simulación de delito, todos en régimen de reiteración real. También se dispuso el procesamiento de la mujer policía K.A.S.P., de 22 años, imputándole 5 delitos de rapiña especialmente agravadas en calidad de coautora y otro por simulación de delito, todos en reiteración real. Ambos fueron enviados a prisión y un tercer hombre, hermano de la mujer, que prestó declaración en calidad de indagado fue dejado en libertad. Ahora queda por detener al otro integrante del dúo que está plenamente identificado.
Un excelente trabajo de los detectives del Distrito Operacional II de la policía de Maldonado logró aclarar una importante cantidad de rapiñas que constituyen un record para el departamento ya que en los anales policiales no se recuerda que una o más personas sean procesadas por esta cantidad acumulada de delitos.
Los sabuesos al mando del comisario mayor, Jorge Guerra comenzaron hace casi un mes con un trabajo de inteligencia. Un dato que abrió una pista clara fue el recibido luego del atraco cometido a la firma Winmart de Polakof, en la ruta 39, el pasado 16 de julio.
Testigos observaron a los dos delincuentes huir en moto por la ruta 39 y verlos ingresar en el asentamiento Los Eucaliptus.
A partir de allí los detectives procuraron establecer cuál era el “aguantadero” que utilizaban en el desordenado ámbito edilicio y urbano del lugar. En la zona establecieron un perímetro y con el uso de herramientas de google y de inteligencia ubicaron la precaria vivienda que ocupaban los delincuentes, donde uno de ellos estaba con su pareja, la mujer policía.
Pero luego de una serie de rapiñas que les dieron buenos dividendos, la pareja dejó de vivir en el asentamiento y se mudó a un apartamento que alquilaron en el barrio San Fernando. Asimismo, la mujer que se desempeñaba en la jefatura de policía de Maldonado, gestionó como funcionaria un préstamo en la caja respectiva con la cual se compró un automóvil Chevrolet en el que se movilizaba.
Ese rodado de color blanco fue visto en algunas oportunidades en la zona de Los Eucaliptus y se empezó a cerrar el círculo sobre esta pareja.
De esa manera los investigadores determinaron que la vivienda del asentamiento era usada como “fondeadero” de los rapiñeros luego de cada acción que concretaban. Cambiaban su ropa y otros elementos que usaban en sus incursiones delictivas y las dejaban en ese sitio. Incluso colocaban una tela negra sobre la moto para que en las filmaciones pareciera de ese color pero hubo otros detalles que también fueron importantes para los pesquisas. Un par de guantes amarillos y una campera con determinados detalles que llamó la atención de los detectives tras observar las filmaciones de los atracos. Esto fue incautado también en el allanamiento a la finca del asentamiento y resultó decisivo para la imputación en el caso. El arma utilizada no ha podido ser ubicada todavía.
ACCION DETERMINANTE
Si bien la policía venía bien encaminada debía tener algunos elementos concretos que los involucraran directamente a los investigados en las rapiñas.
Ese hecho se dio con una pista fundamental para los agentes el día domingo a la noche en la rapiña en perjuicio del restaurante Oasis, en el Varela y Sarandi, en el centro de Maldonado.
La acción del trabajador del restaurante que en el momento del asalto salió por una puerta lateral y quitó la llave de la moto que estaba encendida pronta para escapar sobre la calle José Pedro Varela, resultó clave.
Al salir no pudieron hacer andar la moto y la tuvieron que abandonar luego de unos metros por calle Sarandí. El bi rodado pertenece a la mujer policía, pareja de uno de los delincuentes.
Los dos sujetos siguieron a pie su fuga hasta que asaltaron en un semáforo de Lavalleja y Sarandi, a una mujer que estaba en su automóvil esperando el cambio de luz. En el rodado se fueron hasta su escondite en el asentamiento y lo abandonaron cerca del mismo.
Posteriormente la mujer policía concurrió en compañía del hombre que había cometido la rapiña a denunciar en la seccional 6ta. que le habían robado la moto. En la propia comisaria quedaron detenidos porque se logró la prueba que le faltaba a la policía para relacionarlos directamente a los asaltos, más allá de otros indicios que tenían los investigadores pero que pudieran parecer circunstanciales.
LA PRIMERA EN CANTAR
K.A.S.P., de 22 años, incomunicada y en la soledad de la madrugada comenzó a contar algunas “cositas” a los detectives que ya la tenían registrada desde hacía un mes. Además, por su carácter, había tenido por los menos tres altercados con vecinos de La Capuera y de Los Eucaliptus, a los cuales amenazó. Los mismos registraron denuncia ante la policía, por lo cual se le había quitado el arma de reglamento y la tenían en "la mira".
Además los detectives del Distrito Operacional II analizaron los horarios en los que se cometían algunas rapiñas y establecieron que era en la noche luego de las 23 horas o en la mañana cuando no estaba en acción el denominado grupo de motociclistas de URPM, unidad de respuesta rápida .
Uno de los sabuesos confió a FM GENTE que le llamó la atención los horarios en que se cometían las rapiñas y como variaron las acciones delictivas una vez que se aplicó un plan de saturación en la zona periférica de la ciudad de Maldonado comprendida por la avenidas Luis Alberto de Herrera, Wilson Ferreira Aldunate y Lussich, entre otras.
A partir de allí, este tipo de delitos mutó y se verificaron más hacia el centro de Maldonado e incluso ya en arriesgadas instancias, como en el caso de comercios y específicamente los restaurantes, donde había más público en su interior. Además con el mismo modus operandi que era ingresar disparando para atemorizar a los presentes y lograr rápidamente el dinero que buscaban.
Afortunadamente solo en un caso resultó herido un comerciante en un asalto a una carnicería.
Los policías sospechaban que estos datos podría filtrarlos a su pareja la desleal funcionaria que tenía acceso a la citada información.
La misma fuente consideró que se actuó en el momento justo porque estaban “cebados” y habían logrado ganar en confianza a medida que avanzaban en sus incursiones. Asimismo se temía que en cualquier momento un “inocente” fuera víctima de sus acciones violentas.
Ahora resta detener al restante integrante del dúo de asaltantes que está plenamente identificado.
El joven hombre, de iniciales A.D.N.P., de 19 años, imputándole 22 delitos de rapiña especialmente agravadas con otro de simulación de delito, todos en régimen de reiteración real. A la mujer policía K.A.S.P., de 22 años, se le imputó 5 delitos de rapiña especialmente agravadas en calidad de coautora y otro por simulación de delito, todos en reiteración real.
Más de una veintena de comerciantes que habían sido víctimas de rapiñas debieron declarar en una extensa y extenuante jornada judicial para tratar de reconocer y aportar datos y detalles sobre sus asaltantes.
Lea algunas de las rapiñas confesadas.
Foto moto: Julio Rocha