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Primera etapa culminación de apartamentos modelos para mostrarlos durante la temporada y sacar a la venta un 30% de las unidades que aún están sin comercializar.

Una segunda etapa es la de entrega de los apartamentos ya comprados y la tercera etapa es la culminación de las amenities de la torre.

Garber aseguró que la construcción de todo el proyecto está asegurada y que el grupo de propietarios que puso el dinero para terminar las obras quiere cumplir con los compromisos asumidos.

Garber reconoció que demandó gran esfuerzo salvar la torre ya que se debieron afrontar juicios, negociar con el SUNCA y hacerle frente a gran cantidad de problemas que se generaron en el tiempo previo a la constitución del fideicomiso.

"Tuvimos que hacer una ingeniería financiera para llevar esto; por cada dólar que se pone en ladrillo, un dólar va también para pagar el APR que nos brinda la seguridad jurídica para no tener problemas".

Garber se mostró confiado en que la torre está blindada contra los problemas y que el año próximo comenzarán a entregarse los apartamentos ya comprados.

"Es una obra farónica, distinta de todo lo que se conoce en Punta del Este y en Argentina que incluye helipuerto, tres piscinas, cancha de tenis, spa, fitness center, kids club, microcines, restaurante gourmet, cava, cigar room, barbecue, barra y business center", explicó. Los propietarios decidirán, cuando llegue la tercera etapa de la obra, si se construirán todos estos espacios comunes o se resignará alguno de acuerdo a la situación financiera. Garber recordó que sólo para la construcción de la cancha de tenis prevista, se necesita un millón de dólares y otro tanto para el helipuerto.

"Lo más importante es que entreguemos los apartamentos y de ahí trabajar en el resto".

Actualmente hay unas 100 personas trabajando en Torre Trump, con un ritmo importante de las obras, dijo Garber.



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