El homicidio de Betania Gómez a manos de una ex pareja quedó al descubierto cuando el asesino le confesó el crimen a otro hombre, también ex pareja de la mujer. Un triángulo que terminó en tragedia condimentada por el consumo de sustancias, la obsesión y los celos.
Betania se mudó de Montevideo a Maldonado y aquí comenzó una relación de pareja con Wilson Andrés Lauz Eguren, un hombre sin antecedentes penales con quien pasó varios meses.
La mujer lidiaba con el consumo altamente problemático de sustancias estupefacientes y obtenía de Lauz recursos que utilizaba para comprar droga.
Tiempo después rompe la relación con él y comienza otra con Christian, un joven que también consume pero que, según su propio testimonio, no al nivel en que lo hacía Betania que en los últimos tiempos estaba prácticamente en situación de calle.
No obstante el vínculo con Christian, Betania jamás dejó de tener contacto con Wilson y ambos hombres sabían y toleraban la existencia del otro. Para Wilson la relación con ella era casi uña obsesión y para Christian la existencia de Wilson significaba la posibilidad de ingreso de dinero.
El triángulo funcionó hasta que hace casi un mes Christian rompe la relación con Betania y ésta se va a vivir con Wilson. Sin embargo, pasaron unos días juntos, se pelean y Wilson la deja permanecer en su casa y él se va para otra vivienda.
Pero en los días siguientes a la pelea, Betania se relaciona con un tercer hombre y eso desestabilizó a Wilson quien de forma permanente recurría a Christian “como pañuelo de lágrimas” según relato de este último.
Así las cosas, el lunes pasado Wilson pasa a buscar a Christian a la salida del trabajo y cuando circulaban por inmediaciones de la escuela 95 ven a Betania caminando por la calle con un hombre.
Wilson estaciona el auto, se baja Christian para hacer una compra y Wilson va en búsqueda de Betania.
Cuando Christian vuelve al lugar adonde había quedado el coche, ve que el auto no estaba y enseguida el auto pasa circulando por su lado con Betania adentro y Wilson manejando.
Esa fue la última vez que vio a la mujer porque a lo largo de esa tarde, y a pesar de que intentó contactarla varias veces, nunca pudo establecer el contacto con ella. Va a la casa de Wilson a preguntarle por el paradero de la mujer y no lo encuentra.
Sobre las once de la noche de ese lunes vuelve a lo de Wilson y esta vez lo encuentra y le pregunta a donde está la mujer. Wilson le cuenta que Betania se enojó porque quería dinero y él no tenía efectivo consigo y supuestamente la mujer se había bajado del auto en alguna esquina de Maldonado.
Christian pregunta nuevamente por el paradero de Betania y allí, de improviso, Wilson se quiebra y le confiesa el asesinato.
Como explicación y motivo, Wilson dice que había actuado en nombre de él y de Christian en una especie de retorcido reclamo en clave de "o nuestra o de nadie":
En este video les presentamos el testimonio de Christian quien al día siguiente se presenta ante la policía y radica la denuncia que permitió descubrir el crimen: