En octubre habrá reducción de tasas y en noviembre se extinguirán deudas.
Los directorios del Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) y la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) votaron por mayoría, sin el apoyo de los representantes del Frente Amplio, la nueva reglamentación.
La ley se aprobó en diciembre de 2023, y para la implementación de la misma se creó un fideicomiso, con el objetivo de atender a deudores en unidades reajustables.
Pero, cabe aclarar, que los beneficios no son para todos los que tomaron crédito en unidades reajustables, sino que hay una serie de requisitos que deben cumplir.
Uno de estos requerimientos es que el titular de la deuda sea una persona física; y que el crédito se haya tomado para la compra, construcción o reparación de una vivienda.
Por otra parte, la deuda debía estar vigente al 31 de diciembre de 2023 (y esta se tiene que haber asumido antes del 1° de enero de 2009). Además, el monto del préstamo original no puede ser superior a los USD 80.000 al momento que se otorgó.
En diálogo con la Contratapa de La Revista de FM GENTE, el Ministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Raúl Lozano, afirmó que es “es una larga historia de las familias uruguayas que compran con el Banco Hipotecario”.
“La unidad reajustable se disparó a lo largo del tiempo, y durante muchos años estuvieron reclamando para que se los atendiera. Son rehenes de las unidades reajustables”.
Lozano afirmó que, con esta ley, aquellas familias que contrajeron su crédito hace 40 años o más, dejarán de pagar y se “extinguirá” el crédito.
Otra opción es la reducción de la tasa de interés al 0%, para las personas que tengan deuda entre 30 y 40 años atrás.
Y una tercera es la reducción de interés de hasta 2,5% para quienes tengan una deuda con una antigüedad entre 15 y 30 años.
La nueva reglamentación, que contemplará a 25.000 familias, “da una solución real a los problemas de la gente”, concluyó Lozano.
Miguel Castenoble, integrante del movimiento de deudores de la Agencia Nacional de Vivienda, aseguró que se trata de “una enorme alegría” porque si bien no se contemplan el 100% de las situaciones, se busca una mayor amplitud para que la reglamentación pueda tener “un alcance genérico”.
“Es injusto que una institución como el Banco Hipotecario, se estuviera beneficiando de la gente para poderse mantenerse abierta”.
Asimismo, afirmó que el problema principal no radica en la deuda de la cuota, sino en los colgamentos que son mayores que el crédito solicitado.
“No se puede entender que una persona que ha pagado la cuota entera, pueda estar debiendo el doble o el triple de lo que pidió”.