El médico que atendió a Diego Armando Maradona a principios del año 2000, cuando terminó haciéndole una gambeta a la muerte, Jorge Romero, repasó en entrevista con FM GENTE, los detalles de aquella jornada. La gravedad del astro del fútbol, el traslado al sanatorio y el alto riesgo de muerte al punto que Romero recordó que, un minuto después de entregar al paciente a los médicos del Cantegril, escuchó maniobras de reanimación. Respecto a la serie Sueño Bendito, Romero sostuvo que "no lo deja bien parado" desde el punto de vista profesional al mostrar que durante el traslado iba sentado en el asiento delantero del acompañante y otros detalles que demostraron falta de asesoramiento médico en la producción.
Romero, quien desde el año 2000 siempre se mostró reticente a hablar de los detalles de aquella jornada, explicó que "por curiosidad" vio la parte inicial de la serie, donde el actor Martín Slipak lo personifica.
Si bien bromeó respecto a la diferencia física del Romero de 28 años y recién recibido que atendió el pedido de asistencia realizado por Guillermo Coppola, e hizo hincapié en que se trata de una serie versionada y no literal de lo que sucedió, remarcó que hay diferencias que muestran que desde el punto de vista médico no hubo gran asesoramiento en la producción.
El ejemplo más claro, para Romero, es cuando la serie muestra el traslado de Maradona hasta el sanatorio Cantegril, en un vehículo manejado por Cóppola. Si bien es cierto que se detuvieron a cargar nafta, con todo lo que implicaban las demoras para un paciente de la gravedad de Diego, el médico no viajaba en el asiento delantero como copiloto, sino que todo el trayecto fue controlando al futbolista, junto a él.
Romero estimó que para los médicos jóvenes, recién recibidos como entonces lo era él, el mensaje debe ser claro en cuánto a cómo se actúa en una situación de esa naturaleza.
De hecho, cuando se le preguntó a cuánto estuvo Maradona de morir, explicó que de haber demorado un par de minutos más en arribar al sanatorio, probablemente la historia hubiera sido otra. Y tan así fue que Romero recuerda claramente que un minuto después de dejar a Maradona en manos del equipo de médicos del Cantegril escuchó las maniobras de reanimación que hubo que practicarle.
Como detalle, agregó que, previo a la salida hacia el sanatorio, Cóppola le dijo que tenía que ducharse a pesar de lo que significaba esa demora para la condición crítica de su amigo.
En cuanto a otros detalles de lo que realmente sucedió y lo que muestra la serie, Romero dijo que si bien volvió a buscar su camioneta Mehari a la chacra del empresario Pablo Cosentino, jamás tuvo contacto con ninguna de las hijas de Maradona ni mucho menos una charla, como muestra la serie.
foto: el actor Slipak encarna al Dr. Romero y Juan Palomino a Maradona año 2000
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