Un joven al que la justicia ya le había prohibido acercarse a otro muchacho y a la familia de este, el domingo se pasó por alto todas las prohibiciones, entró en la casa del muchacho, le amenazó de muerte, gritó a su padre, y le rompió un vidrio del auto antes de marcharse. Fue procesado sin prisión, informó la policía.
Un vecino de San Carlos se presentó el domingo ante dependencias de la unidad especializada en Violencia Doméstica, para establecer una denuncia por algo que acababa de vivir.
Un joven de 18 años, identificado como D.F.P. (iniciales de nombre y apellidos), quién ya había tenido actitudes violentas contra su hijo y al que la justicia le había establecido prohibición de acercarse al otro muchacho y a su familia, había llegado a su casa y había protagonizado otra escena de violencia.
Según el denunciante, el domingo llegó y se mandó para adentro de la casa, sin autorización ni haberla solicitado. Con una agresividad exacerbada, el muchacho volvió a agredir al otro muchacho, mientras le amenazaba diciéndole que le iba a matar.
Cuando el padre intentó detener la golpiza, el iracundo perpetrador gritó e insultó al hombre, y, no contento con eso, cuando salía pasó al lado del auto del dueño de casa, tomó una piedra y con ella le rompió un vidrio. Entonces se dio a la fuga.
Con este cuadro, los funcionarios actuantes fueron a buscar al acusado para interrogarle. Al cabo del interrogatorio, se dio aviso a la sede del juzgado en lo Penal de 2º turno de San Carlos.
La juez que tomó el caso se pronunció en las últimas horas dictando el procesamiento de D.F.P. como autor de un delito de lesiones personales. Nada de su invasión a casa ajena, ni de la rotura de propiedad privada.
La juez entendió, además, que no era necesario que D.F.P. perdiera un minuto más de su libertad ambulatoria mientras se completa el proceso judicial, y decretó su liberación.
z.l.