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El Senado aprobó este martes, con votos del oficialismo, el proyecto de internación compulsiva. El documento volverá a Diputados para que cuente con los votos para convertirse en ley.

Pérez valoró el esfuerzo realizado por el grupo Madres del Cerro que fueron quienes llevaron adelante la iniciativa, y posteriormente presentaron a legisladores. La diputada del Partido Colorado, Nibia Reich, fue la encargada de darlo a conocer en el Parlamento.

“Esto sirve para determinadas situaciones en las que los familiares o la persona con consumo problemático tiene un momento de lucidez que le permite anticipar que, en el caso que esté consumiendo o en un síndrome de abstinencia, en ese caso anticipadamente con testigos inclusive a veces en presencia de un escribano, puedan ser internados obligatoriamente”, dijo.

El trámite puede no continuar si la persona luego decide no seguir con el proceso o, si implica una situación de peligro de vida para ella o para quienes la rodean. “Uno de los problemas con el que se estrella la ley es lo difícil es encontrar lugares de internación (…) porque no existen”, explicó.

Pérez señaló que existe un déficit, de por lo menos de 900 cupos, para obtener internaciones que sean realmente interesantes. “En un mes tú no solucionas el problema, y tampoco lo solucionas en tres meses, ni en seis. La experiencia mundial está hablando de ocho meses a un año de internación y después de continuar el tratamiento”, indicó.
Según el médico, en estos casos el tratamiento debe ser continuo para que la persona no recaiga.

Días pasados mantuvo una reunión con el presidente Lacalle Pou donde le presentó una serie de propuestas, entre ellas un fondo de becas para el tratamiento de las adicciones, georreferenciación y la creación de una escuela pública para operadores terapéuticos.


Foto: IMM

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