En la noche del sábado se desarrolló en el salón Río de Janeiro de Enjoy un reconocimiento al conductor de tv argentino, Marcelo Tinelli, en la cena de cierre de los 115 años de Punta del Este. El homenajeado estuvo gran parte de la noche acompañado por la vicepresidenta Beatriz Argimón, el intendente Enrique Antía, su señora y el alcalde de Punta del Este Javier Carballal.
La polémica registrada por este reconocimiento en una cena de grandes ausencias con respecto a forjadores del balneario, generó fuertes opiniones de rechazo en las redes sociales.
Tinelli agradeció el reconocimiento y destacó la atención y el cariño que en Uruguay y en Punta del Este especialmente le han tributado a él y a su familia, donde dijo hace 34 años que viene.
También que le hayan permitido entrar a millones de hogares uruguayos con sus programas de televisión.
El conductor reveló, como anécdota, que por recomendación de un odontólogo amigo compra la carne desde hace tiempo en el negocio de parada 5 del alcalde de Punta del Este, Javier Carballal.
No todos pagaron el ticket de 100 dólares y hubo aquellos también que oblaron dicha suma pero no concurrieron. Hubo muchos invitados.
Estuvieron presentes, entre otros, el ministro de Defensa Nacional, Javier García, el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, el presidente del Directorio del Partido Nacional, Pablo Iturralde, el senador Guido Manini Ríos, entre otras figuras políticas y varios directores municipales.
En ese marco se presentó el sello de Punta del Este y se soplaron las velitas del cumpleaños.
Tinelli, que prácticamente no tocó bocado, estuvo en la mesa junto a la vicepresidenta Argimón y al intendente Antía. Muchos de los presentes se tomaron una foto con el comunicador que aguanto estoico una larga filas de personas cholulas.
Cabe señalar que cerca de 300 personas participaron de la actividad que cerró las celebraciones de este nuevo aniversario.
Después de cumplir con la ceremonia, la figura invitada se retiró con su primo "el Tirri", su hija Candelaria, su novio, el cantante Coti Sorokin, entre otros, hacia el restaurante Saint-Tropez, donde siguieron la noche en forma más privada.
Producción y foto: Jimena Carrau