Adriana Batista es una doctora especializada en la defensa de los hombres frente a denuncias de violencia de género. También dialogó sobre los cuestionamientos a la Ley 19.580.
En una entrevista con La Contratapa de la Revista de FM GENTE, la abogada Batista, oriunda de San Carlos y radicada en Punta del Este, expuso su visión sobre la Ley 19.580, la cual regula la violencia hacia las mujeres basada en género, y señaló la situación que enfrentan los hombres al ser denunciados bajo esta normativa.
Batista, quien ha dedicado gran parte de su carrera a la defensa de hombres acusados bajo esta ley, criticó los procedimientos judiciales y las dificultades que enfrentan sus clientes.
Según la abogada, “una mujer pone en el juzgado en tela de juicio a un hombre, lo aparta de sus hijos, vulnera sus derechos, lo coloca en libertad condicional, y no tiene posibilidad de defensa, porque la ley no permite que se presenten pruebas. No se permiten relatos técnicos que desacrediten los testimonios de la víctima”. Para ella, esta situación deja a los hombres en un estado de indefensión.
Sobre este tema, resaltó que los hombres no tienen oportunidad de demostrar su inocencia. “Esto nos pone ante un estado de indefensión a cada ciudadano por el hecho de ser hombre”, expresó.
En cuanto a su práctica profesional, Batista subrayó que no tiene clientes detenidos, y afirmó que, como abogada, su enfoque es técnico en los escritos y en las audiencias. “Pero para que la población entienda, el profesional tiene que hablar sencillo, y ser coherente cuando se habla”, explicó.
Al abordar la situación de las denuncias falsas, la abogada mencionó que “los magistrados se dan cuenta cuando las denunciantes son artistas y hacen todo un show”. Además, destacó que, a pesar de la evidencia de denuncias falsas, “la ley no permite castigar al que las realiza”.
Uno de los aspectos más controvertidos de la entrevista fue cuando se refirió a ciertos grupos dentro del feminismo. “Hay que saber detectar a las ‘feminazis’ porque todas parecen salir de una impresora. El feminismo radical quiere destruir a la familia”, expresó.
Un caso que marcó a Batista fue el de un niño que llevaba seis años sin ver a su padre. “El niño no durmió en toda la noche para decirle al padre por llamada que no había comido”, recordó. Tras intentar denunciar la situación en una comisaría, el padre fue inicialmente rechazado por ser hombre, ya que le informaron que no podían tomar la denuncia. Finalmente, tras la intervención de la abogada, el caso fue atendido y el niño pudo reencontrase con su padre.
En un tono preventivo, Batista anunció su intención de iniciar un ciclo de mentorías dirigido a hombres, con el objetivo de evitar que se vean involucrados en situaciones legales complicadas. “Voy a empezar a hacer mentorías para prevenir al hombre antes de vincularse con una mujer y antes de ir a un juzgado”, afirmó.