Este mes se cumplieron 24 años de la desaparición de Ana Paula Graña y 30 años de la desaparición de Silvia Mabel Fregueiro Yacobazzo. Ambas causas siguen abiertas y sumidas en el misterio.
“MIRÁ QUE ESTAS FIESTAS LAS VOY A PASAR CON USTEDES”
Ana Paula Graña desapareció el 22 de diciembre del año 2000. La adolescente de 17 años salió a bailar la noche del viernes a Puerto Luna, en la zona portuaria de Punta del Este, y nunca más regresó a su hogar.
El padre de Paula Graña, Sergio Graña, nunca creyó en la hipótesis de que su hija se haya fugado con un argentino. En una entrevista con el periodista Fabián Sánchez contó que la última vez que la vio, ese viernes 22, Ana Paula estaba barriendo la vereda de la casa y le dijo “mirá que estas fiestas las voy a pasar con ustedes”.
La hipótesis de la fuga no es la única, se han manejado muchas. “Pienso que alguno por x motivo salió con ella y la mató (…) Que ella se haya ido con una persona y que después de 21 años no haya dado señales de vida no, Paula no era una persona así”, dijo su padre en la entrevista concedida en el 2021.
Sergio también contó que Paula pasó esa noche por el restaurante donde trabajaba su madre y le dijo “mamá voy a bailar, y después voy para casa”.
“De acuerdo con mi teoría, Paula no está viva”, afirmó Sergio más de una vez. Sin embargo, en un pasaje de la entrevista expresó: “Si vos pasás todos los días por acá, estando yo, hasta que me acuesto está todo abierto, puertas y ventanas. Desde que desapareció Ana Paula hago eso”, y añadió: “En el subconsciente uno espera que de repente aparezca”.
"¿SE HABRÁ HECHO TODO LO QUE PODÍA HACERSE?"
Silvia Fregueiro fue vista por última vez en proximidades del Campus Municipal de Maldonado caminando junto a un hombre que conocía de su Treinta y Tres natal. El sujeto en cuestión tenía antecedentes penales y en todo momento negó cualquier vínculo con su desaparición.
Declaró que solamente la acompañó unas cuadras desde la Casa de la Cultura hasta las cercanías del Campus y de allí en más ella supuestamente habría seguido sola.
Cabe recordar que Silvia Mabel, de 28 años, en aquel entonces, tenía un hijo, Santiago y trabajaba de doméstica en la zona de Cantegril para la familia Delfante, por lo que era habitual que tomara por las avenidas Chiossi y Córdoba para llegar a su trabajo.
La policía explotó cuanta pista se presentó o indicio, pero sin llegar a ninguna conclusión.
Transcurrido algún tiempo de su desaparición, concretamente en el año 1996, un funcionario judicial le pareció observar a una chica de similares características en un programa de la cadena Globo de Brasil, el cual enfocaba el tema de la trata de blancas.
La policía pidió información pero nunca llegó nada concluyente.
Por su parte, el diario El País envió a Río de Janeiro, en aquel entonces, al periodista de la sección policial, Marcelo Cúneo. El colega tomó contacto con quienes realizaron la investigación para ese canal brasileño y analizaron la información y las imágenes pero tampoco se logró avanzar en el asunto.
A todo esto, Ana Yacobazzo, madre de Silvia, solía cada poco tiempo manifestarse en la plaza de San Fernando, con su foto, pidiendo a las autoridades celeridad para aclarar el paradero de su hija.
El tiempo fue pasando y la resignación fue ganando a esta madre que luchó contra la impotencia y el olvido hasta el agotamiento.-
Hasta que un día no apareció más por la plaza San Fernando.
Durante su lucha encontró muestras de solidaridad en el país y en el exterior y llegó a contactarse y reunirse con organizaciones internacionales que tienen por fin encontrar a desaparecidos en democracia.
Uno de los últimos fiscales que se ocupó del caso fue el Dr. Juan Bautista Gómez, hoy retirado tras actuar como subrogante en la Fiscalía de Corte, el cual se reunió con los familiares de personas desaparecidas y procuró avanzar en el asunto pero luego fue trasladado a la capital.
Por otro lado, el Ministerio del Interior creó en el 2004 el Registro de Búsqueda de Personas Ausentes, el cual ha venido funcionando con poco éxito hasta el momento.
En los últimos meses del 2007 se hallaron piezas óseas e incluso un cráneo fragmentado por un orificio de bala en la zona de arenales de Punta Ballena.
En un primer momento algunas autoridades de la época se aventuraron a señalar que se trataba de restos pertenecientes a Silvia Fregueiro. Pero dos meses más tarde está hipótesis se cayó.
Los estudios de ADN realizados en Montevideo a los restos encontrados no correspondían a la mujer olimareña desaparecida en 1994. Su familia se había mantenido en vilo durante ese tiempo esperando tener una respuesta a la ausencia de la diminuta joven.
La última vez que en FM GENTE habló Ana Yacobazzo, hace unos años, dijo una frase a manera de interrogante que quedó para la reflexión: "´¿Se habrá hecho todo lo que podía hacerse e investigado sobre el caso de Silvia..?”.
Foto: captura de pantalla de altar de Sergio Graña / Revista Cero