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Un hombre se presentó el lunes 23 de marzo en dependencias de la Seccional 1ª de policía para radicar lo que dijo era una denuncia de robo a mano armada.

Afirmó que mientras circulaba en una moto Yamaha con motor de 125 centímetros cúbicos, por la rotonda de El Jagüel, fue encerrado por una camioneta gris, maniobra que le tiró al pavimento.

Afirmó que se bajaron los tres ocupantes de la camioneta, quienes iban armados, subieron la moto en la caja, y se la llevaron.

Como lo ocurrido había ocurrido en jurisdicción de la sub comisaría de San Rafael, en la Seccional 1ª se dio pase a la actuación de aquella comisaría para que prosiguiera con las actuaciones del caso.

El hombre fue a la comisaría, donde se presentó como D.P.C. colombiano de 29 años de edad, carente de antecedentes penales. Repitió lo que había denunciado en la Seccional 1ª.

La primera indagación de los policías fue ubicar la moto en cuestión. Solamente revisando los registros, encontraron que el día anterior se había recogido la moto, que estaba tirada en la calle en el cruce de Aparicio Saravia y Pedragosa Sierra.

Levantada de la vía pública, la moto fue trasladada a un depósito policial, donde se encontraba en ese momento.

Cuando confrontaron la versión del denunciante con lo que estaba registrado que había pasado con la moto, surgió que D.P.C. había estado mintiendo.

En ese momento admitió que iba andando en la moto Yamaha, y que se cayó al pavimento. Agregó que después de la caída se quedó dormido en el lugar, y la moto abandonada en la calle, como había quedado. No se aclara cómo hizo para dormirse después de la excitación que provoca una caída, ni si estaba alcoholizado o drogado.

D.P.C. dijo que cuando se despertó la moto ya no estaba, y que como le dio vergüenza lo que le había pasado, decidió denunciar la desaparición de la moto como un robo a mano armada. Aclaró que no hubo ningún robo.

Los efectivos policiales y el comando de la sub comisaría de San Rafael entendieron que no serían ellos quienes decidieran cómo terminaba esta historia, así que decidieron poner todos los detalles en conocimiento de la sede de Penal 10º turno.

La jueza a cargo se pronunció en las últimas horas disponiendo el procesamiento de D.P.C. como autor de un delito de calumnias, supuestamente, contra los efectivos que realizaron el procedimiento de levantar una moto tirada en un cruce importante para trasladarla a un depósito policial.

La magistrada tomó en cuenta la condición de primario del acusado y decidió no privarle de la libertad ambulatoria, pero le liberó bajo caución juratoria, lo que indica que no puede abandonar el departamento sin notificarla, y que deberá quedar a disposición de ese juzgado hasta que la actual instancia del proceso se complete.



foto: archivo, meramente ilustrativa