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Juan Pígola señaló que, como consecuencia del “importante incremento” del parque automotor, la dificultad para conseguir lugares donde estacionar es uno de los principales problemas que afronta el tránsito en el departamento.

“Hay que reconocer cuando hay cosas que están saliendo mal, estamos con un problema de estacionamiento grave para la cantidad de autos que hay”, lamentó.

En ese sentido, aseguró que es necesario estudiar los impactos que generan los desarrollos de proyectos, y que se deben buscar soluciones para los eventos que congestionan las vías de tránsito.

“En la inauguración de la escultura `Mariposa de la Vida´, en la intersección de las rutas 104 y 10, fue donde mayor congestionamiento vi, de todos los años que llevo trabajando”, recriminó.

Con respecto a la actitud de los conductores extranjeros durante la temporada de verano, lamentó que debido a la “sensación de impunidad” se hayan registrado ciertas situaciones de “enojo” con los turistas.

“Más de una vez nos llegaron a decir que nos venían a matar el hambre (…) Esas cosas han quedado en las raíces y de alguna manera hacen que nosotros tengamos cierta aversión puntual”. Y añadió: “También hay una cuota de responsabilidad de los conductores locales que tratan de imitar lo que no se debería hacer”.

En esa misma línea, Pígola afirmó que el correcto funcionamiento del tránsito no es responsabilidad exclusiva de los conductores, sino también de los peatones que “deben cuidarse a sí mismos”.

“A veces pasan caminando una cebra mirando el celular, o andan en bicicleta y en moto mandando un mensaje (…) Las motos hoy están casi en el 80% de los siniestros”, indicó.

Finalmente remarcó que, si bien la Dirección de Tránsito Departamental realiza espirometrías y controles de drogas en las zonas donde se realizan fiestas durante la temporada, el objetivo no es implementar una “cacería de brujas”.

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