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“Está totalmente abierto para que participen mujeres en la industria de la construcción, y este es un dato que nos ha dado el Sunca, no ha registrado ningún tipo de discriminación de género, o si ha registrado, han sido muy bajos”, dijo.

Comentó que “parece mentira pero se está dando esa situación, la trabajadora de la industria de la construcción es totalmente aceptada, y es una compañera más con los trabajadores hombres, cosa que en otras industrias o en otros lugares no se da”.

EL 30% SON MUJERES
Crossa señaló que “hay mucha más competencia, hay más discriminación, y sin embargo en la industria de la construcción no está pasando eso, al contrario, incluso están adoptando roles de mando dentro de la obra y no tienen ningún tipo de problema con los compañeros hombres”.

“Se está dando en Maldonado, estamos hablando seguramente del 30% (del personal actual en obra); hay cooperativas de mujeres en trabajos de terminaciones, y son ellas que hacen trabajos de terminación en yeso, y los resultados, por lo que tengo entendido son excelentes”, afirmó.

Indicó que “aunque parezca mentira se está dando una situación, para lo que es el mundo del trabajo en el Uruguay, ejemplarizante en la industria de la construcción con las obreras, directamente obreras”.

EL INSTITUTO
Crossa explicó que el instituto “es una experiencia totalmente nueva en la cual no se nos puede ver en ningún tipo de estructura parecida en lo que se refiere a las escuelas UTU, y donde se trata de que trabaje al servicio de la industria, de las empresas, sino también de los trabajadores principalmente”.

“Es un anhelo muy grande que teníamos los profesionales por un lado, indudablemente que las empresas también, y el medio, o sea, nosotros acá en Maldonado dependemos mucho de la industria de la construcción, igual que del turismo”, contextualizó.

En ese contexto “tener un centro de formación que permita a los trabajadores dentro de las empresas poder mejorar su formación y su capacitación y a la vez en la medida que esto se desarrolle producir nuevas tecnologías e ir formando en eso, es un viejo anhelo que se empieza a concretar a través de este instituto”, aseguró.

“El instituto en sí trabaja sobre un área de relacionamiento con el medio, con las empresas, con la industria de la construcción, después tiene una parte académica, y después tiene una tercera pata que sería investigación y desarrollo”, ilustró.

Añadió que “ahora en este momento estamos en lo que es el relacionamiento con las empresas, con la intendencia, y con los trabajadores, en lo que se refiere a las capacitaciones, y un área muy importante que se había dejado de hacer a nivel de la industria de la construcción, que es la acreditación de saberes”.

NO CUALQUIERA
Crossa detalló que “en esta primera instancia nosotros estamos ofreciendo capacitaciones con un perfil de ingresos que es de ciclo básico completo, mayor de 18 años, y que tienen que acreditar experiencia en el área de la construcción y afines”.

“Las materias o las capacitaciones serían gestión de la calidad de la construcción, alternativas tecnológicas, seguridad en las condiciones de trabajo de la construcción, dibujo”, entre otras, informó.

Continuó con que “después hay otra que por su complejidad estamos pidiendo bachillerato completo, todas son para 18 años o mayores de 18, acreditar experiencia en la construcción, que es empresa constructora, y preparación y planificación de obras”.

“Esto es totalmente nuevo y se basa en estructuras de cursos de las tecnicaturas que son de la curricula de UTU, la que tiene el aval de UTU en este sentido”, declaró.

ACREDITACIÓN DE SABERES
Crossa habló sobre “la acreditación de saberes que, digamos, lo nuevo en el área construcción, lo que vamos a hacer es que el obrero tenga una certificación de lo que llamamos competencia”.

“Es decir, es oficial albañil, es oficial sanitario, o colocador de yeso, o técnico electricista en obra, y nosotros le damos una acreditación de saberes”, dijo.

Concluyó que “le damos un certificado que dice que ese trabajador tiene esas competencias, eso es muy importante: ahora va a haber un documento, y ese obrero, ese personal, ese trabajador va a tener que demostrar in situ, o sea, en la obra, que tiene esas capacidades”.

“Las capacitaciones en este momento son de carácter anual, lo que siempre le decimos a la gente es que tiene que tener la continuidad y la perseverancia de ir a estudiar, o sea, antes al Codepal si va a bailar, ahora se va a estudiar”, bromeó con la sede del instituto, en Aiguá y boulevard Artigas.


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