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Una vecina de Maldonado se presentó, el lunes 9 de febrero, en dependencias de la Seccional 1ª de policía. Dijo que venía a radicar la denuncia del robo de su moto, una Baccio Px, a la que le forzaron la tranca mientras estaba estacionada en De la Virgen y Tahilandia.

La denuncia quedó en los registros policiales. Un mes más tarde, el pasado jueves 12 de marzo, un móvil policial de la Seccional 1ª observó que dos hombres viajaban en una moto Baccio Px a la que le habían quitado gran parte de los adminículos que ofician de carrocería.

Cuando los policías iban a interceptarles el paso, los jóvenes frenaron la moto, la arrojaron al piso y salieron corriendo en una rauda fuga.

Los policías marcharon con la moto a la comisaría, donde confirmaron que podía ser la Baccio Px denunciada como robada un mes antes. Se llamó a la denunciante quién reconoció que era su moto.

Un funcionario de la brigada de Hurtos de la Seccional 1ª, andaba después de todo esto de patrullaje, cuando alguien le avisó que en la zona del Campus Municipal andaba un hombre joven husmeando entre las motos estacionadas. Por cómo se comportaba, trataba de llevarse una.

El policía emprendió rumbo al Campus. Al llegar empezó a hacer un rastrillaje (recorrido con una estrategia preestablecida para asegurar el mejor resultado en el procedimiento) en los alrededores del Campus.

Finalmente lo encontró: era un joven que se movía sospechosamente en la zona, tomando recaudos para no ser visto, al tiempo que encontraba lo que buscaba. El policía le saltó encima y le detuvo.

Era un muchacho de 17 años de edad, con el que marchó a la comisaría. El joven admitió que andaba en la moto que había quedado abandonada, pero dijo que la había adquirido de otro hombre cuya identidad y características le resultaban difícil de describir.

Se dio aviso a Penal 4º turno. La jueza a cargo se pronunció en las últimas horas iniciándole procedimiento como adolescente infractor por encontrarlo autor de un delito de receptación.

Ordenó que el muchacho fuera internado cautelarmente en dependencias del INAU, en Montevideo, por un lapso de 60 días, período en el que deberá ser tratado por su adicción a las drogas.