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“Anoche (vivimos) una situación difícil, estábamos durmiendo y cuando quisimos acordar sentimos un estruendo que parecía…, ahí entraron un auto para adentro, nos habían roto un ventanal con una piedra de unos 30 centímetros de diámetro, e ingresó alguien por esa ventana”, contó el funcionario, visiblemente afectado todavía.

Dijo que el intruso “manoteó el televisor, se lo quiso llevar pero fue tan rápido, tan grande el ruido, que nos levantamos todos de apuro y al prender la luz, y los gritos y eso, el tipo disparó, y por suerte no pasó a mayores”.

“La verdad es que si yo lo agarro adentro pudo haber sido algo grave porque lo primero a lo que atiné fue a agarrar un arma que tengo”, reveló.

LO QUE DIOS QUIERA
Servetto aseguró que “la piedra (con la que el intruso rompió el ventanal) es más grande que las viejas pelotas de fútbol de salón, una piedra de balasto, sí, una pelota y media puede ser”, añadió tal vez procurando distender el revivir el mal trago.

Manifestó que tienen que lamentar sólo los daños materiales del intento de robo, aunque aseguró que “lo que queda es la impotencia esa de que entraron a la casa de uno y los gurises quedan asustados; la verdad es que no se puede estar tranquilo en ningún lado”.

“Yo estoy alquilando porque estamos terminando mi casa, estoy ahí atrás del camping San Rafael, hasta octubre, y es ahí donde pasó esto”, ubicó.

Razonó lo ocurrido: “La lógica (para entender lo que pasó) sería que (el perpetrador) pensó que no habría nadie (en la casa); pero, estaban las luces de afuera prendidas, hay un auto, hay motos, en realidad no sé si pensó que no había nadie o si se la jugó a entrar y que fuera lo que Dios quiera”.

“Manoteó un televisor (con pantalla de plasma), no se lo pudo llevar, pero por suerte pienso que lo van a agarrar porque las huellas quedaron en el televisor, y quedaron bien claras, y fue la técnica a recogerlas (…), ojalá lo encuentren”, exteriorizó.

EL INTRUSO EN SILENCIO
Servetto dijo que “hubo gritos de todo tipo (cuando los habitantes de la casa llegaron a la habitación donde estaba el desconocido); a él no lo sentimos nunca gritar nada, sí mi señora lo vio cuando salía de adentro de lo que es el living, y yo lo veo cuando va saliendo por afuera porque yo salí por el balcón, y ya se iba”.

“No, no (andaba ni se veía algún vehículo), se marchó a pie; yo lo anduve buscando en la vuelta a ver si lo encontraba pero no, por suerte se había ido, porque en ese momento no se piensa nada y capaz que uno se manda una embarrada”, deslizó sobre lo que pudo ser peor.

“Hice la denuncia, fue la policía en seguida, fue la técnica, eso todo muy bien, lo malo es la situación que nadie la quiere vivir, y esperemos que no pase de nuevo”, dijo en claro ruego.

Agregó que “el tipo agarró el televisor y quedaron las huellas, la (Policía) Técnica sacó huellas de allí; él agarró una piedra de balasto que tenía un poco de barro, quedó hasta sucio de barro el televisor, las huellas de él quedaron marcadas”.

“Y por lo que me decían, con las huellas por lo bien marcadas que quedaron, posiblemente… eso va a Montevideo y cuando vuelve lo encuentran, la policía llegó en seguida, la verdad que muy bien”, despejó.

El incidente ocurrió “aproximadamente a las dos de la mañana con toda la familia durmiendo; rompió el vidrio, y rompió una lámpara que había arriba de una mesa, rompió dos mesas, las estropeó, estaban al lado (del ventanal y) que son de la casa”.

“Nosotros vimos a uno, pero no sabemos si andaba uno o dos, si andaban en yunta”, completó.