Camila Weissel, fue asesinada a balazos hace un año (25 de julio 2015) en un caso que no tiene ningún responsable en el momento. Florencia Amarilla, dijo en FM GENTE que luchan por el derecho a la vida. “El derecho a la vida a mi hija se lo quitaron, a mi hija no le dieron ese derecho”, afirmó. También acompañaron esta movilización familiares de Sofía Hernández, quien murió en circunstancias que son investigadas por la justicia tras un accidente automovilístico en 2015.(Actualizada 23:55)
Las dos familias y algunos amigos desafiaron las inclemencias del tiempo en la noche de este lunes y se movilizaron desde la galería Marco de los Reyes, en el centro de Maldonado, frente a la plaza San Fernando, pidiendo justicia.
La mamá de Camila explicó a FM GENTE que “no hay que acostumbrarse a esto, el hombre es bicho de costumbre, y ya se escucha que alguien muere, y ‘ah sí, qué horrible, mirá’, y yo no quiero que la sociedad se acostumbre a cosas como esta”.
“Y otra cosa que pasa, ajuste de cuentas; ¿qué debes tú que valga tu vida? Mi hija obviamente no debía nada, pero no está bien”, completó.
UN INCULPADO LIBERADO
La agustiada madre recordó que “cuando la mataron (a su hija) nunca hablé en ningún lado; obviamente que al principio nadie está para hablar porque todo lo que se pasa es muy fuerte, y me mantuve en silencio esperando que la policía (hiciera y hablara), porque me crie acá y creo que la policía tienen que hacer su trabajo”.
“Digo, hagan su trabajo, no entendía nada, ese submundo que había, uno es medio torpe, no está en esas cosas; uno va del trabajo a su casa y después se entera de un submundo acá en Maldonado; ellos saben mucho”, afirmó.
Sostuvo que dejó que “hicieran su trabajo, después lo vio una fiscal, y después el juez Marcelo Souto dictaminó una sentencia; perfecto, dejé que la ley hiciera, pero pasados ocho meses que estamos haciendo todo el proceso de duelo, me llega un mensaje, que al menor que estaba imputado por haber matado a mi hija lo habían liberado”.
“La verdad es que no entendí, porque uno no entiende, yo no entiendo de leyes; y entonces me entré a mover, fui al juzgado, pregunté cómo era, no estaba la noticia todavía no había llegado a Maldonado, los periodistas sabían, el fiscal no sabía y el juez tampoco; no habían mandado todavía los papeles de Montevideo, no habían avisado”, repasó en flashes.
Indicó que el único imputado “hacía unos días que estaba en libertad; y esto remueve todo porque yo lo he dicho, no le deseo la muerte a nadie, no me parece que esté bien matar, aunque me pasó a mí no me parece que esté bien quitarle la vida a nadie, pero si vivimos en una sociedad de Derecho, hay diputados, senadores, hay leyes, que se cumplan”.
“Esto no fue agarrado de los pelos ni fue algo que quisieran inculpar, porque a veces dicen cuando uno sale a hablar que la presión de los medios…; yo nunca hablé, nunca, es más, no escuchaba lo que decían porque realmente al principio no miraba tele, no escuchaba nada absolutamente”, aseguró.
TESTIGOS CON MIEDO
Amarilla sostuvo que “uno se va interiorizando y se sabe, hay un testigo que declaró, hay un testigo que vio, estaba en el lugar del hecho y vio toda la situación, lo que pasa es que no firmó ante el juez porque tiene miedo”.
“Obviamente, lo entiendo, él tendrá su propia familia, no lo estoy juzgando ni nada, pero se sabe, esto no fue que dijeran vamos a agarrar a alguien para tapar y que quede bien la policía, o que quede bien el juez; no, nada”, dijo, a su manera, la mamá de Camila.
De inmediato desnudó su impotencia: “No entiendo por qué en Montevideo lo dejaron libre, sí, no entiendo”.
“Yo no tengo abogado porque el que representa a la familia es el fiscal; me he movido y he estado con el fiscal, esto se va a seguir en Montevideo, espero que el que lo tenga que ver en Montevideo lo revea”, en referencia a la libertad del menor imputado.
Se quejó de que “no hay explicación de por qué queda en libertad, no hay; no lo entiende ni el propio fiscal de acá, no…, no…; se apeló (la libertad del menor sospechoso del crimen), yo creo que más gente que tuvo algo que ver está afuera, pero, bueno, obviamente que sí, que había más involucrados, obviamente, pero bueno”.
FUERON DOS
Desde su dolor por la pérdida, Amarilla tuvo el coraje de afirmar públicamente que “dos personas participaron, sí, ya se sabe, en una moto, una de ellas es este menor, el otro está identificado pero como tiene coartada…, hubo varias cosas que dijeron (acusándolo), pero al tener una coartada se cae todo”.
“La marcha es por el derecho a la vida, como digo yo, para que no nos acostumbremos y para darnos cuenta que le puede pasar a cualquiera, yo tampoco nunca pensé que me fuera a pasar esto, y bueno…”, deslizó.
Y retomó lo ocurrido: “Ella me dijo que iba a salir con este muchacho, fue por casa de tarde, merendó conmigo, y después estuvo un rato en lo de mi madre que vive al lado, iban a salir; yo me fui para la casa de ella, estaba viviendo en el Biarritz, se había mudado hace 20 días ahí, y fui para allá y estuve como hasta las 10 y media” de la noche.
“Ella me dijo que al final no iban a salir; cuando estuvo en casa, que mi sobrino vive ahí con mis padres, lo invitó a quedarse a la casa, que se quedara a dormir, y este muchacho con el que ella salía, apareció en casa como a las 11 (de la noche), en una camioneta roja, buscando un colchón para que se quedara mi sobrino allá, porque no tenían más colchones donde estaban”, siguió contando.
Afirmó que “no, no iban a salir, al final no iban a salir, pero salieron a dar una vuelta, creo que no iban a un lugar, salieron sí; ellos vivían ahí a la vuelta”.
“Sin duda que lo estaban siguiendo (al novio de Camila), aparte hay muchas cosas que se saben, ellos tuvieron un problema el sábado anterior, él hacía una semana que salía con Camila, por eso digo que al final uno piensa que todo se combinó como para sacarla…”, y se corta.
Avanzó en el relato de los hechos: “Ella no iba a ir, salió mi sobrino con él en la camioneta y ella caminó como 24 metros para decirles que ella iba, y le dijeron que no, que ya venían, y le cerraron las puertas”.
“Por eso ella iba en la falda, porque a veces en esas camionetas se sientan en el medio, y ella no, ella de último momento le abrieron la puerta y le dijeron: ‘bueno, dale, dale gorda, subí’; y subió y dio la vuelta, unos metros nada más”, antes de recibir ocho tiros en la espalda.
Aseguró que “ella iba mirando hacia…, de espaldas (a la puerta por la que subió), los tiros le pegaron en la espalda, ella iba mirando como para el comunal que hay sobre ese lado, e iban escuchando música, mi sobrino me dijo, ‘íbamos escuchando música y hablando, tía’”.
“Primero, cuando sentí los primeros ruidos, creí que estaban tirando fuegos artificiales, o era una bomba brasilera, o algo, y miré para la fiesta porque estaban todas las luces, había un cumpleaños de 15 enfrente, había una pareja en la parada de ómnibus (que) salió corriendo, vio todo pero obviamente nadie quiere meterse, la gente tiene miedo”, redondeó.
Y, para cerrar su relato, dijo: “Bueno, así fue como le quitaron la vida”.
OTRO CASO
El caso de Sofía Hernández se investiga en la justicia penal de 10mo. turno pero hasta el momento no se ha tomado resolución sobre una persona que se lo vincula a caso, por presuntamente incitar al desenlace fatal. Esta chica conducía su auto cuando se estrelló contra un árbol en avenida Cabildo pereciendo en el lugar.
Varios abogados trabajan en este caso tratando se reunir pruebas sobre lo ocurrido esa noche pero desde fuentes judiciales se indicó a FM GENTE que por el momento no hay novedades.
Fotos: Marcelo Umpiérrez