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De acuerdo al relato hecho en la cuenta de la red social Facebook, Behrens concretó algunos trámites bancarios en una institución de la península de la que salió con dinero.

Relató que, una vez en su camioneta, fue abordado por un hombre al que identificó como chileno y que le preguntó por una calle inexistente.

Acto seguido, y cuando se disponía a arrancar, a su lado se detiene un vehículo rojo “chico, tipo Suzuki”, con otro hombre también extranjero que le pregunta el camino para llegar a Los Dedos.

Para completar el panorama, en el momento en que dar marcha nuevamente a la camioneta, aparece la mujer que acompañaba al primero de los hombres, por delante de su vehículo impidiéndole durante algunos segundos el poder avanzar.

Todo el hecho fue calificado como extraño por el comerciante que, no obstante, pudo poner rumbo a Maldonado hasta que a la altura de la parada 11 se ve obligado a detener la marcha puesto que su rueda trasera estaba sin aire.

Behrens emprendió la tarea del cambio de goma y al poco tiempo se le acerca otro sujeto que, según su relato, estaba en una esquina próxima y que le ofrece ayuda, cosa que rechazó.

Sin embargo, y debido a un problema con su goma de servicio, el comerciante se decidió a llamar a un auxilio mecánico y al dirigirse hacia el interior de su camioneta nota que le falta el bolso con el dinero que traía desde el banco, así como chequeras y otros documentos.

De inmediato se comunicó con la policía pero también, tomó contacto con el portero de un edificio ubicado frente al lugar de los hechos, que pudo aportarle una descripción de los sujetos que lo robaron y que le transmitió que él mismo también había dado aviso a las autoridades.

La sorpresa de Behrens fue mayúscula cuando las características de los ladrones coincidían plenamente con los hombres y la mujer en el auto rojo que lo habían abordado a la salida del banco.

“Mi única esperanza es que 5 minutos antes el portero había llamado a la policía y habían detenido al del chaleco por sospechoso y como no tenía antecedentes lo dejaron ir”, publicó.

El acontecimiento se viralizó por las redes sociales y generó cientos de comentarios sobre cuestiones vinculadas a seguridad, presencia de extranjeros en la zona y nuevas modalidades de robo.

“Realmente estamos mal. Si no ponen más atención y mano dura se nos va a la mierda lo poco que nos queda de Punta del Este” remató Federico Behrens en su cuenta de Facebook.


foto: captura imagen de FB