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Destacó que la decisión de expropiar el predio de Los Eucaliptus, que está ocupado, “se toma por una necesidad social, por un desalojo inminente”.

Explicó que esta situación se dio “quizás no en los tiempos que hubiéremos deseado. Si bien se está elaborando un sistema para la regularización de los asentamientos, no eran nuestros tiempos. Peor los tiempos los puso la justicia y hay que tomar esta decisión… No podemos dejar que 200 familias vayan a la calle”.


De todas formas, aclaró que “acá no se está regalando nada a nadie. Acá la intendencia va a cambiar la propiedad. Va a ser propietaria del terreno y a partir de eso se instrumentará, esperamos que con la ayuda del gobierno nacional, una regularización del barrio, que tampoco significa que todos los que estén ahí terminen reubicándose acá”.

Agregó que esto “hay que leerlo también con el complemento de otra serie de políticas de vivienda y habitacionales que está desarrollando la Intendencia. Porque hemos recibido, y con razón, la queja de gente diciendo: pero le arreglan a los asentados; y entonces el que espera, el que alquila, no tiene derecho… No, no es así. Acá tenemos una necesidad y una urgencia de solucionar el problema del desalojo de 200 familias, con lo que eso significaría socialmente. Pero a la vez, estamos refaccionado la s80 viviendas de Urbaneste, generando el fraccionamiento Norte para vender 800 terrenos a habitantes del departamento… Con cupos para inquilinos, para madres solteras, para parejas jóvenes. Más las otras soluciones que van a ir llegando en los cinco años de gobierno. La política habitacional de este gobierno del Partido Nacional, es general”, apuntó.

Consideró que la decisión de expropiar este predio “no es ni buena ni mala: es necesaria”, afirmó. Destacó que hay que evitar “que haya gente viviendo en la situación que vive en los Eucaliptus y en otros asentamientos. No se puede mirar para el costado. Hay quién dice que son unos vivos… No hay que medir todo de la misma manera. Hay que vivir en esa situación cuando llueve, con un techo precario, sin piso… No podemos dejar de lado la sensibilidad social y la solidaridad que nos debemos todos para solucionar esos problemas, aunque a veces suene injusto. Pero no hay nada más injusto que vivir en esas condiciones”.

También reclamó que la justicia tenga la misma diligencia y rapidez para “evitar asentamientos”, que la que tuvo ahora para disponer el desalojo de estas 200 familias, en pleno invierno.